Comparto con vosotros la columna para el número de Julio de la reviste EN3D. Una reflexión rápida sobre las nuevas tecnologías y su aportación al tratamiento.

Comparto con vosotros la columna para el número de Julio de la reviste EN3D. Una reflexión rápida sobre las nuevas tecnologías y su aportación al tratamiento.
La semana pasada tuve la ocasión de conocer de primera mano Insulclock, un dispositivo que está a punto de comercializarse que está diseñado para monitorizar la pluma de insulina y que ofrece infinidad de datos con los que poder completar el diario del diabético.
Si como yo, aún eres usuario fiel de los bolígrafos de insulina y no te has pasado a la bomba, el ritual de quitar precinto, enroscar destapar (x2) pinchar y retirar la aguja lo tendrás más que interiorizado. Hay poco margen de error o espacio para la improvisación en ello. Sin embargo, lo que hacemos inmediatamente después también es de vital importancia. Hablo de dónde tiras tus agujas.
El artículo de hoy ha sido publicado en la revista EN3D de FEDE (Federación Española de Diabetes) del mes de abril, que tiene como temática la salud emocional. Espero que os guste y nos haga reflexionar acerca de que no todo es contar hidratos y unidades de insulina.
La siguiente infografía está saca de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE). Dos hojas con algunos datos muy claros y reveladores de cómo ha ido avanzando esta enfermedad en nuestro país, y algunas de sus consecuencias directas, siendo muy llamativas las económicas.
Ya os he contado en más de una ocasión que asumiendo que voy a ser diabético siempre, he aprendido a valorar las cosas que me ha enseñado (u obligado a aprender) el hecho de ser diabético.
De las mil y una estrategias del marketing y los negocios, una de las más conocidas (y en la que seguimos picando todos) es aquella en la que el producto tiene un precio muy tentador y asequible, pero en el caso de los consumibles, necesarios para utilizarlo, el precio se dispara, llegando en algunos casos a superar el precio del producto completo.
El poder de Internet no solo como medio de comunicación, sino como fuente de información está fuera de toda duda. Inmediatez, pluralidad y una inagotable cantidad de conocimiento al alcance de prácticamente cualquiera. Ante tal avalancha de información, las dificultades radican en ser capaces de discernir qué fuentes son fiables y en cuales no se puede confiar.