Hacia una nueva pauta

Tengo muy clara mi meta con respecto al control de mi Diabetes. Quiero tener herramientas suficientes para tener un buen autocontrol sin comprometer mi estilo de vida. Con los años he ido aprendiendo cómo reacciona mi cuerpo ante determinados cambios, la importancia de las rutinas y como minimizar los riesgos. Pero aun así, siento que es más lo que me queda por aprender que lo que ya se.

Puede parecer que tengo un control perfecto de la Diabetes, por la imagen que puedo dar al no cortarme en pruebas deportivas, viajes… Nada más lejos. Desde que me levanto hasta que me acuesto vivo pendiente de cómo afecta mi estilo de vida a mi diabetes y viceversa (aunque intento reducir los impactos de lo segundo). He aprendido que no hay atajos, ni secretos ni trucos. Con el cuerpo, muy pocas veces 2+2 son cuatro, y en el ámbito del autocontrol de la Diabetes mucho menos.

Las mayores complicaciones las veo en compaginar la actividad física diaria con la pauta de Insulina Basal. Sin ella, o cuando la reduzco mucho, estoy más o menos a salvo de las hipoglucemias cuando hago deporte ese día, sin embargo, cuando acabo el ejercicio o si al final no puedo hacer deporte, me obliga a multiplicar la insulina rápida y es muy habitual que sufra hiperglucemias. Cuando mantengo una pauta de basal normal, en cuanto hago ejercicio la sensibilidad a la insulina se dispara, y si este es prolongado, las hipoglucemias están garantizadas.

Estoy probando nuevas horas para inyectarme, jugar con las dosis de basal, aumentar la rápida… Aún queda mucho por aprender, aunque poco a poco me voy dando cuenta que lograr un control perfecto es imposible, lo verdaderamente importante es aprender a navegar en temporal.