El poder de Internet no solo como medio de comunicación, sino como fuente de información está fuera de toda duda. Inmediatez, pluralidad y una inagotable cantidad de conocimiento al alcance de prácticamente cualquiera. Ante tal avalancha de información, las dificultades radican en ser capaces de discernir qué fuentes son fiables y en cuales no se puede confiar.
Resulta exageradamente fácil perderse en el contenido y terminar creyendo a pies juntillas una de tantas webs, blogs o vídeos en los que se nos habla de remedios, dietas revolucionarias o curas milagro para cualquier enfermedad, pero son especialmente frecuentes las relativas a la Diabetes.
Desde mi punto de vista, debe ser primordial durante el aprendizaje del autocontrol de la Diabetes fomentar el espíritu crítico. Buscar otras opiniones, no posicionarse radicalmente y poner en duda consejos y conocimientos de supuestos expertos que no sean de nuestro equipo médico. No debemos olvidar que existen muchos intereses económicos y que hay gente que tan solo busca lucrarse ofreciendo terapias y supuestos remedios definitivos.
No debemos renunciar a Internet como fuente de información, pero si debemos ser muy cuidadosos a la hora de tomar decisiones que afecten a nuestra salud en base a testimonios o artículos de la web. Es en nuestro personal médico y sanitario en quien debemos confiar y compartir nuestras dudas.