Aunque a primera vista correr pueda parecer un deporte individual, nada más lejos de la realidad. Algo parecido pasa con la diabetes. Uno tiene que correr, o «cargar» con la enfermedad, pero en ambos casos es necesario el apoyo y ayuda de más personas si queremos llegar a buena meta. Porque no solo se trata de llegar más lejos o más rápido, sino de no descuidar la salud y disfrutar al máximo del camino.
Personalmente, pocos deportes me han aportado tanto como correr y especialmente el hacerlo por la montaña. Un paralelismo perfecto de la diabetes, con subidas y bajadas, esfuerzo pero también grandes recompensas. Empecé a correr para ponerme en forma, y poco a poco me fui dando cuenta que aquellas zancadas me servían para conectar conmigo mismo, aclarar ideas y también me ayudaban a hacerme más fácil controlar la diabetes.
Que equivocado estaba al pensar que correr era algo solitario. Los momentos en que más he disfrutado y aprendido ha sido cuando he compartido esta actividad con más gente, he entrenado bajo las indicaciones de alguien o he participado en una prueba con otros corredores. Incluso cuando logramos una victoria, sea en el ámbito que sea, esta siempre sabrá mejor si puede ser compartida con alguien.
Uno de los momentos más emotivos de mi vida, y en particular en mi vivencia de la diabetes y las carreras de montaña tuvo lugar el año pasado, cuando en compañía de Antonio Lledó, un ejemplo como persona y diabético, conseguimos cruzar juntos la meta del Gran Trail de Peñalara 110km. Aquél dia, si no hubiese contado con él, si no hubiésemos formado equipo, nos hubiese sido prácticamente imposible haber llegado hasta el final. Y es que fuera de las matemáticas, el todo nunca es igual a la suma de las partes.
¿Qué quiero transmitir con esto? Que no hay que encerrarse en uno mismo. Hasta el más individual de los retos, como parece completar una prueba de resistencia por montaña, puede convertirse en un deporte de equipo, haciéndose mucho más llevadero. Con la diabetes pasa exactamente lo mismo, hay mucha gente con quien compartir, que nos puede aportar y ayudar en un camino, que por desniveles e irregularidades, mucho se parece al más exigente de los trail.