Navidad y Diabetes

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Navidad, la época de excesos con nombre propio ya está a la vuelta de la esquina. Puede ser un buen momento para reflexionar acerca de lo que podemos y no debemos hacer (todavía) como diabéticos.

No comparto en absoluto la creencia generaliza de que la diabetes incapacita para comer o hacer determinadas cosas, y en mi opinión esto en muchos casos es culpa de un abordaje erróneo de la enfermedad. Ahora, con perspectiva, veo el diagnóstico como el punto de partida de un camino que al principio requiere de cambios y privaciones, pero que si somos capaces de llevar a cabo con éxito, no tendremos que dejar de comer o hacer aquello que queramos. Tenemos que tener presente que debemos ser nosotros quienes controlemos a la enfermedad, no al contrario.

Ni somos alérgicos al azúcar ni estamos limitados para determinados deportes o estilos de vida, siempre y cuando hayamos alcanzado y buen manejo de la diabetes. Llegar a un buen autocontrol requiere aprender a analizar muy bien sensaciones, a ser metódico, analítico y a escuchar a nuestro cuerpo. La meta no es solo no tener que renunciar a llevar el estilo de vida que queramos, sino que por el camino también habremos aprendido estrategias que podremos utilizar para tener éxito en otros ámbitos de nuestra vida.

Por tanto, en estas fechas de buenos propósitos y planes para el año que viene, puede ser un buen momento para replantearnos hasta qué punto estamos dispuestos a que la diabetes nos lastre. Cada día lo tengo más claro, la diabetes limita lo que tu estés dispuesto a dejar que te limite.