Si como yo, aún eres usuario fiel de los bolígrafos de insulina y no te has pasado a la bomba, el ritual de quitar precinto, enroscar destapar (x2) pinchar y retirar la aguja lo tendrás más que interiorizado. Hay poco margen de error o espacio para la improvisación en ello. Sin embargo, lo que hacemosSigue leyendo «¿Dónde van tus agujas?»