Comparto con vosotros la columna para el número de Julio de la reviste EN3D. Una reflexión rápida sobre las nuevas tecnologías y su aportación al tratamiento.
A pesar de que en lo más importante, la diabetes no ha cambiado nada (sigue siendo una enfermedad crónica) y seguimos a la espera de una cura definitiva. Sí que es cierto que a lo largo de los últimos años, las nuevas tecnologías han abierto un nuevo horizonte de posibilidades.
La facilidad de conectar y contactar con otros diabéticos de cualquier lugar del mundo, acceder a opiniones personales y profesionales de forma casi inmediata, desde mi punto de vista ha ayudado a incentivar un sentimiento de “comunidad”. A abrir los ojos a lo que cuentan y hacen diabéticos de todo el mundo para los que su enfermedad supone un “trabajo extra” pero no una limitación.
Por otro lado, la irrupción de nuevos medidores continuos de glucosa, con la posibilidad de vinculación a dispositivos móviles, también nos ha permitido conocer otra cara de la Diabetes y documentarla de una manera mucho más completa y precisa.
Sin embargo, debemos ser conscientes que aunque las nuevas tecnologías son una ayuda de gran valor, no debemos dejar de lado la parte más “analógica” del tratamiento. Una consulta por internet nunca podrá sustituir una visita al endocrino, sin olvidar que olvidar tampoco a las personas mayores con Diabetes tipo 2, para las que el acceso a las nuevas tecnologías puede resultar más complejo.