Cambio necesario

Cada vez disponemos de más recursos, educación e información a nuestro alcance. Sin
embargo, los hábitos saludables; higiene, una dieta equilibrada, actividad física regular…
siguen siendo adoptados por una minoría de la población. Una de las consecuencias más
preocupantes de la falta de conductas saludables es el incremento de la población con
sobrepeso en los países desarrollados, independientemente de su nivel económico o cultural.

Es cierto que existen multitud de factores causantes o que influyen en el sobrepeso, aunque
personalmente me gustaría poner en valor dos que considero fundamentales; una mala
alimentación y la falta de actividad física
.

La dieta mediterránea, uno de los orgullos de nuestro país, se está perdiendo en favor de la
comida rápida, los precocinados o la bollería industrial. Falta de tiempo, la mella que está
haciendo la crisis en los presupuestos familiares o el auge de las cadenas de comida basura
son
algunos de los factores que están dinamitando una cultura de alimentación equilibrada,
dejando de lado frutas, legumbres y verduras, pilar fundamental de la dieta que hasta hace
unos años nos caracterizaba.

Sin embargo, a mi parecer es el segundo factor, la falta de actividad física, lo más perjudicial y
el principal desencadenante del repunte de obesidad en nuestro país. Nos sobra «cultura
deportiva», pero nos falta práctica
. En mi opinión, el deporte en nuestro país se está
polarizando. Dos categorías, los que practican muy a menudo o los que no realizan
prácticamente ningún tipo de actividad física.

Debemos fomentar el deporte de base, ampliando y facilitando la oferta de actividades
deportivas que no tienen por qué ser competitivas, pero sí de cierta intensidad y frecuencia
. El
mejor deporte y el que mayores beneficios tiene es aquel que se disfruta. Además, la práctica
deportiva tiene un efecto directo en la alimentación. A parte de quemar calorías, al reducir la
ansiedad se evitan «atracones» de comid
a.

Existen muchas formas de abordar esta situación y de promover hábitos saludables, sin
embargo, creo que centrar esfuerzos en promover la actividad física puede ser una buena
brecha de entrada para cambiar un estilo de vida que se está tornando cada vez más
sedentario y menos saludable.