Un Ultratrail nunca deja indiferente. Sonrisas, esfuerzo, sangre, sudor y alguna lágrima… Lo que viví el fin de semana pasado en Riaza tuvo un poco de todo.
Un Ultratrail nunca deja indiferente. Sonrisas, esfuerzo, sangre, sudor y alguna lágrima… Lo que viví el fin de semana pasado en Riaza tuvo un poco de todo.